Somos nosotras, casi siempre, las que tenemos en la cabeza los disfraces de Carnaval, la lista de la compra, las vacaciones de verano, las lavadoras, el cambio de armario.
Algunas madres (especialmente, la mía) hace demasiado tiempo que merecen el premio de todos los premios, el que engloba todos los departamentos, sin equipo: dirección, guión, arte, música, actriz (tan a menudo de reparto), vestuario y peluquería, producción y efectos especiales.
Reconozcamos esa tarea, pero no la demos por hecho ni la exijamos. Todavía queda camino por recorrer, para responder con honestidad sobre la renuncia (¿siendo padre, has aparcado alguna de las tareas que ya acometías antes?, ¿cuáles?, ¿durante cuánto tiempo?). Porque nos cuesta y cansa lo mismo, la enfermedad nos trastoca lo mismo, el compromiso laboral tiene la misma importancia, las preocupaciones inquietan lo mismo, la ambición, la pérdida y el anhelo, nuestro tiempo es el mismo, debemos asumir la misma responsabilidad. Ni más ni menos. Igual.
Ni más ni menos. Poco puedo añadir a una reflexión tan acertada. Bueno sí: que me ha hecho mucha gracia lo del premio a los "efectos especiales". Abrazo grande, qué haría yo sin una lectora como tú 💕
María, muchas gracias por esa declaración de amor a las madres, y por ponernos delante del espejo a quienes "acompañamos" no suficientemente en esas múltiples tareas. Desde mi posición de hijo, marido, padre y abuelo, reconozco con pesadumbre no haber estado (y quizás tampoco hoy por hoy) a la altura de esa responsabilidad y privilegio de ser un auténtico compañero en todo lo importante.
Preciosa carta. Como bien dices, “gracias” se queda corto para las que nos criaron y falta mucho para que de verdad la lista de la compra, disfraces de carnaval y lavadoras no sea por defecto algo que preocupa SOLO en la mente de la madre. Se colabora, se ayuda, se distribuyen tareas y se ocupa entre todos, pero la preocupación, la carga mental, sigue siendo labor de madres. Visibilizar esto (y dar un espacio para hablar de ello) fue una de las razones para empezar con la vikinga.
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¡Total!
Algunas madres (especialmente, la mía) hace demasiado tiempo que merecen el premio de todos los premios, el que engloba todos los departamentos, sin equipo: dirección, guión, arte, música, actriz (tan a menudo de reparto), vestuario y peluquería, producción y efectos especiales.
Reconozcamos esa tarea, pero no la demos por hecho ni la exijamos. Todavía queda camino por recorrer, para responder con honestidad sobre la renuncia (¿siendo padre, has aparcado alguna de las tareas que ya acometías antes?, ¿cuáles?, ¿durante cuánto tiempo?). Porque nos cuesta y cansa lo mismo, la enfermedad nos trastoca lo mismo, el compromiso laboral tiene la misma importancia, las preocupaciones inquietan lo mismo, la ambición, la pérdida y el anhelo, nuestro tiempo es el mismo, debemos asumir la misma responsabilidad. Ni más ni menos. Igual.
Ni más ni menos. Poco puedo añadir a una reflexión tan acertada. Bueno sí: que me ha hecho mucha gracia lo del premio a los "efectos especiales". Abrazo grande, qué haría yo sin una lectora como tú 💕
María, muchas gracias por esa declaración de amor a las madres, y por ponernos delante del espejo a quienes "acompañamos" no suficientemente en esas múltiples tareas. Desde mi posición de hijo, marido, padre y abuelo, reconozco con pesadumbre no haber estado (y quizás tampoco hoy por hoy) a la altura de esa responsabilidad y privilegio de ser un auténtico compañero en todo lo importante.
Luis, gracias siempre por leerme. Me parece que el ser consciente de ese desajuste en el reparto, ya es mucho. Cada día aprendemos, todos. Un abrazo.
Creo que este texto que escribí en respuesta a una no madre crítica con las madres te interesará. Un saludo! https://elestadomental.com/especiales/hijos-madres-padres/madres
Preciosa carta. Como bien dices, “gracias” se queda corto para las que nos criaron y falta mucho para que de verdad la lista de la compra, disfraces de carnaval y lavadoras no sea por defecto algo que preocupa SOLO en la mente de la madre. Se colabora, se ayuda, se distribuyen tareas y se ocupa entre todos, pero la preocupación, la carga mental, sigue siendo labor de madres. Visibilizar esto (y dar un espacio para hablar de ello) fue una de las razones para empezar con la vikinga.
Pues sigamos, entre todas, visibilizando esa diferencia, esa realidad. Gracias por leer :)
Gracias por tu carta de amor. ¿Qué sería de nosotras sin ese amor?
Gracias a ti, mamá :)